ABRIR EN CANAL LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA PARA ATAJAR LA DISCRIMINACIÓN
Hay que abrir en canal la Negociación Colectiva para atajar la discriminación
Cristina Antoñanzas participa en la Jornada de “Igualdad Retributiva: Avances y desafíos” del Instituto de la Mujer
La Vicesecretaría General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha reclamado “abrir en canal la negociación colectiva para atajar frontalmente la discriminación que existe hacia las mujeres en los puestos de trabajo, luchando no solo contra la brecha salarial, sino contra la brecha laboral que existe en nuestro país”.
En este sentido, ha expuesto la posición del sindicato respecto a los aspectos que se deberían abordar en el desarrollo reglamentario posterior al Real Decreto-ley 6/2019, defendiendo el acuerdo entre empresarios, Gobierno y sindicatos para lograr un reglamento consensuado que evite una aprobación unilateral por parte del Ejecutivo, para así facilitar su aplicación en las empresas.
Cristina Antoñanzas ha realizado estas declaraciones durante su intervención en la mesa redonda “Clasificación profesional y valoración de puestos de trabajo”, organizada por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades dentro del marco de la Jornada de “Igualdad Retributiva: Avances y desafíos” con motivo del Día Internacional por la Igualdad Salarial, que se celebra el 22 de febrero.
Sobre la valoración de los puestos de trabajo y la igualdad salarial, Cristina Antoñanzas incidió en la problemática de la brecha salarial de género, que en los últimos años ha disminuido, pero sigue siendo inadmisible, desmotando algunos mitos en este ámbito y aportando cifras. Desmintiendo que las mujeres tengan menor formación que los hombres, poniendo en valor que “un 48% de las mujeres con empleo en 2017 poseían un título de grado o licenciatura frente al 37,82% de los hombres que poseían alguna de estas dos titulaciones universitarias”. Sin embargo, estas cifras no se ven reflejadas a nivel de Directoras y Gerentes, con tan solo un 1,81% de mujeres asalariadas que consiguen llegar a estos puestos de responsabilidad y por tanto logran romper la barrera de género, mientras que un 3,18% de los hombres asalariados ocupan estos puestos.
Otra falacia que se repite con frecuencia es que las mujeres trabajan menos horas que los hombres, frente a la cual Cristina Antoñanzas se posicionó contundentemente, reafirmando que “hay que añadir un factor clave, que son las horas de trabajo no remuneradas que realizan las mujeres fuera de sus centros de trabajo, pero aun así no se explica que la media que trabajan ellos es de 38 horas mientras que la media de las mujeres es de 32 horas. Por tanto, trabajan un 18% más, pero cobran un 22% más, siendo insostenible este argumento para justificar la brecha salarial”.
Las empresas deben facilitar el registro salarial de sus personas empleadas
UGT lleva años analizando los puestos de trabajo y las categorías profesionales para poder trazar una estrategia que ataje las desigualdades de la mujer en el ámbito laboral. En este sentido, ha afirmado que “hay clasificaciones profesionales muy feminizadas que realizan una serie de trabajos muy poco remunerados o muy poco valorados, y en consecuencia UGT realiza talleres enseñando y formando a los afiliados que afrontan mesas de negociación con los empresarios, comprobando la dificultad que existe para negociar sobre la igualdad laboral de las mujeres trabajadoras”.
La Vicesecretaria General de UGT ha recordado que le hubiera gustado llegar a un consenso con las organizaciones empresariales en la consecución del Real Decreto-ley 6/2019, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación. Real Decreto donde se recoge que las empresas deben de facilitar el registro salarial de sus trabajadores y trabajadoras, y de haberse sumado los empresarios al consenso de estas medidas sería mucho más fácil su implementación actualmente. “Nos encontramos con que muchas empresas no permiten el acceso a estos registros salariales por clasificaciones profesionales, sexo, grupos profesionales y categorías, siendo muy complicado abordar en estas condiciones la brecha salarial en las empresas y por ende la valoración de puestos de trabajo”.
Pese a las dificultades, ha señalado que UGT consiguió negociar Planes de Igualdad con las empresas, que es desde donde realmente se pueden valorar las clasificaciones profesionales, aunque también se puede hacer desde los convenios colectivos, siendo esta vía más complicada. “Aprovechando estos Planes de Igualdad podremos tener un diagnóstico fidedigno que nos permita estudiar la brecha salarial y actuar para paliarla, pudiendo comprobar los pluses salariales que perjudican a las mujeres por su mayor porcentaje de temporalidad en los puestos de trabajo y porque el 90% de las excedencias y reducciones de jornada las solicitan las mujeres, por lo que hay ciertos complementos que son muy inaccesibles para las trabajadoras, y que los sindicatos negociaron para todas las trabajadoras y trabajadores”.
Las mujeres no queremos ser ni más ni menos, sino iguales
Cristina Antoñanzas ha recordado algunas de las medidas que está negociando UGT dentro de los Planes de Igualdad, como la conversión de los contratos a tiempo parcial de las mujeres en contratos a tiempo completo, que normalmente se logran conseguir. Otra medida sería la negociación de los ascensos de las mujeres a puestos de dirección y ejecutivos aplicando medidas de discriminación positiva en el caso de que haya menos presencia de mujeres que de hombres en estos puestos.
Pidiendo a los empresarios que estén dispuestos a negociar, “y que vayan estrechamente vinculadas las negociaciones de Convenios Colectivos y de Planes de Igualdad, porque es fundamental. Hay miles de empresas en nuestro país que no van a tener Planes de Igualdad por su tamaño, porque no tienen representación legal o por otra casuística, y deben de tener medidas de igualdad que el Estatuto de los Trabajadores obliga a que estén recogidas en los Convenios Colectivos. Por lo que hay que hacer una revisión total de los Convenios Colectivos para adaptarlos a los cambios legislativos”.
Por último, ha reclamado para la Inspección de Trabajo un papel fundamental en el control del cumplimiento de los Planes de Igualdad, y para esto ha defendido que “UGT reclama que la Inspección debe tener más medios materiales, recursos económicos y más personal. Las mujeres no queremos ser ni más ni menos, sino solo iguales”.
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