RUGE DENUNCIA FRAUDE EN CONTRATACIÓN DE BECARIOS


RUGE denuncia a varias empresas ante la Inspección de Trabajo por fraude en la contratación a becarios



Las empresas obtienen bonificaciones por trabajadores precarios sin derechos


Las empresas –agencias de colocación y portales de empleo- captan a los jóvenes y les ofrecen una beca si se apuntan a cursos en centros privados de formación.

Cuando se incorporan a la empresa como becarios ven que entre el 60 y el 80% de la plantilla con becarios, que no tienen tutor y que deben realizar las labores de un trabajador.

Para evitar estos casos, es necesario llevar a cabo una laboralización de las prácticas no laborales extracurriculares, desarrollar normativas específicas, establecer un registro nacional de becarios o una vigilancia estricta de la autoridad laboral.

La organización juvenil de UGT, RUGE- Revolución Ugetista, ha denunciado a varias empresas ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por desarrollar un fraude en la contratación de becarios.

Tras apuntarse a numerosas ofertas de empleo y asistir a diversas entrevistas para conocer la realidad de las becas que ofrecen las grandes plataformas de empleo y agencias de colocación –entidades a las que no les está permitido hacer intermediación en prácticas no laborales- descubrieron que muchas de ellas establecían los contratos mediante un mecanismo fraudulento por el que se obliga a los jóvenes que solicitan la beca a apuntarse a cursos en centros de formación privado para poder ser contratados.

RUGE ha puesto toda la información en conocimiento de la autoridad laboral con el fin de que ésta ponga el foco de atención sobre este abuso que afecta a miles de personas trabajadoras en nuestro país.

Esta acción de los jóvenes de UGT forma parte de una campaña sobre los becarios que han desarrollado con el objetivo de que se conozcan los abusos que se cometen sobre los jóvenes y con la finalidad de que se tomen medidas ejemplares contra las empresas que realizan estos fraudes y que el Gobierno tome conciencia de la necesidad de llevar a cabo una modificación legislativa en profundidad y establecer de una vez por todas un Estatuto de las Prácticas no Laborales.

RUGE ha detectado numerosos tipos de becas y diferentes fraudes. En este caso, la práctica se basa en ofrecer a través de portales de empleo y agencias de colocación ofertas de empleo o de prácticas con las que captan a personas que, tras finalizar sus estudios, buscan su primer empleo. Los anunciantes les explican que necesitan que estén estudiando o matriculados en algún curso y les ofrecen hacer alguno a través de centros privados de formación. Son cursos de muy corta duración que, en muchos casos, ni siquiera relacionados con las funciones que van a realizar en la empresa y que no es necesario cursarlos completos porque se trata sólo de un trámite legal para poder realizar un convenio de colaboración.

Todas estas personas que acceden a darse de alta en ese curso y realizar esas becas bajo la promesa de una contratación posterior. En primer lugar, encuentran que deben pagar por un curso que carece de contenido.

Y por otro lado, cuando se incorporan a la empresa ven que entre el 60% y el 80% de la plantilla está formada por becarios, que no hay tutor de prácticas, e incluso ningún responsable en sus departamentos. De este modo, desde el primer día están realizando las funciones de un trabajador, con total autonomía, pero sin derechos laborales y cobrando, en el mejor de los casos, 400 € al mes por hacer 8 horas o más.

Un caso particular: El mundo del becario.

Se trata de una de las principales empresas que realiza y fomenta estas prácticas, siendo el 95% de su actividad el ofertar becas en su web. Ellos ofrecen el servicio de realizar todos los trámites necesarios para que se pueda llevar a cabo el convenio de colaboración: modelos de convenio, cursos inexistentes por los que cobran en torno a 200 € a cada alumno, etc.

El portavoz de RUGE, Revolución Ugetista, Eduardo Magaldi, confía en la actuación ejemplar de la Inspección de Trabajo y tiene claro que se debe “extinguir inmediatamente la autorización de esta empresa como agencia de colocación y después proceder a su posterior cierre.”

“Debe ser una actuación ejemplar porque esta empresa es un parásito que se aprovecha de nuestro sistema para su único beneficio. La sociedad no prospera con empresas así, solo sirven para pervertir nuestro sistema mientras se ríen de todos los españoles y de sus hijos”.

Prácticas que fomentan la precariedad de los jóvenes

Este tipo de prácticas empresariales rebaja en las condiciones laborales y supone un fraude en la contratación y en la cotización a la Seguridad Social. Además, la poca cotización a la que están sujetas estas empresas está bonificada, lo que implica una gran pérdida de recursos para las arcas públicas y el estado del bienestar.

Se produce una instrumentalización y un uso fraudulento de la formación asociada a prácticas, con el objetivo de que las empresas puedan reducir costes laborales porque es un claro caso de encubrimiento de relaciones laborales, lo que supone la pérdida de puestos de trabajo.

RUGE reivindica, entre otras muchas cuestiones:

  • La laboralización de las prácticas no laborales extracurriculares.
  • Mejoras normativas en las prácticas no laborales curriculares.
  • Un registro nacional de becarios.
  • La cotización de todo tipo de prácticas, sean o no remuneradas.
  • Que se dé competencias a los representantes legales de los trabajadores para acceder a los convenios de colaboración de las prácticas para velar sobre su correcto cumplimiento.
  • La actuación concreta de la autoridad laboral sobre centros de formación privados y otros agentes que han instaurado este sistema de precarización de personas trabajadoras.


Algunas universidades españolas se aprovechan de la indefensión de sus propios estudiantes para ahorrarse contrataciones y pagos a la Seguridad Social

Desde RUGE venimos denunciando el fraude que sufre la juventud en la realización de las prácticas no laborales. Éste, se extiende a todos los aspectos: falta de formación real, inadecuación de contenidos, no tutorización e incluso la utilización de las mismas para suplir contratos de trabajo, lo que trae consigo una desvirtualización de la finalidad de las mismas y, en muchos casos, un fuerte impacto económico para estas personas y para las arcas del Estado y la Seguridad Social.

RUGE ha detectado que existe un elevado número de personas que realizan prácticas no laborales, en torno a 866.079 personas en 2018 (cifra infraestimada ante la falta de estadistas oficiales). Es decir que, si ponderamos este dato por el número de meses de realización de prácticas, supone 296.310 puestos de trabajo anuales.

Esto tiene un impacto importante en el sistema de Seguridad Social y en los salarios. Por un lado, el impacto que las prácticas no laborales tuvo sobre los salarios en 2018 fue de 3.049 millones de euros si estas personas hubieran cobrado el Salario Mínimo Interprofesional, y de 4.251,8 millones de euros si hubieran cobrado lo que indica la Encuesta de Estructura Salarial para el tramo de edad de 20 a 29 años (14.349,26 euros/año).

Por otro lado, el impacto que las prácticas no laborales tienen sobre el sistema de la Seguridad Social ascendió en 2018 a 1.143,4 millones de euros en cotizaciones si estas personas hubieran cobrado el SMI, y a 1.594,4 millones de euros en cotizaciones si hubieran cobrado lo que indica la Encuesta de Estructura Salarial para el tramo de edad de 20 a 29 años (14.349,26 euros/año).

La UC3M y la UAM, en entredicho

El último caso descubierto, en el que la Seguridad Social le reclama a la UC3M 1,5 millones de euros por contar con personas becarias de manera irregular, vuelve a poner en tela de juicio la actual regulación y control de las prácticas no laborales. En este caso, estas personas estaban en situación irregular porque su trabajo excedía al propio de unas prácticas extracurriculares y lo venían desarrollando en áreas o servicios diferentes al tipo de estudios para el que se realizan las prácticas. Es decir, estaban asumiendo tareas y funciones para las que la UC3M debería de tener personal profesional contratado. En total son 570 las personas estudiantes las que han sido becarias durante los últimos cuatro años en dicha universidad en estos puestos en los que debería de haber una persona trabajadora.

Esto no se trata de una situación aislada, ya que recientemente la Universidad Autónoma de Madrid ha sido sancionada por la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) por el uso fraudulento de 285 prácticas ofertadas a sus estudiantes, quienes tenían una de estas becas extracurriculares y que, según el Estado, ejercían de trabajadores encubiertos.

Abordar un Estatuto de las Prácticas no laborales

Desde RUGE no entendemos cómo una universidad, que debería de ejercer como defensora y garante de los derechos e intereses de su alumnado, se aprovecha de su posición privilegiada en la sociedad y sobre estos para explotarles laboralmente en las propias dependencias de la universidad.

Por tanto, el fraude que existe en el ámbito de los convenios de prácticas impacta de manera negativa sobre las condiciones laborales de los jóvenes y del resto de la población. No solo supone una rebaja en los derechos y condiciones laborales en la contratación de las y los jóvenes, sino también una pérdida importante de puestos de trabajo en condiciones reguladas a causa de la sustitución por becarios y jóvenes en prácticas no laborales.

Este tipo de situaciones de fraude que diariamente salen a la luz, ahondan en la necesidad de abordar un Estatuto de las Prácticas no laborales en el marco del Diálogo Social, donde se recojan 3 claves fundamentales:
  • Una legislación más garantista para el propio alumnado en aquellas prácticas no laborales curriculares, donde se potencien los sistemas de control y se refuerce la finalidad formativa de las mismas.
  • Ante el uso fraudulento tan extendido de las prácticas extracurriculares, así como su falta de relación con una verdadera mejor formación del alumnado, es necesaria la laboralización este tipo de prácticas no laborales extracurriculares, máxime si tenemos en cuenta que existen ya modalidades contractuales ad hoc para este tipo de situaciones.
  • Registro y control de las prácticas no laborales en un sistema centralizado, para conocer cuántas personas en nuestro país están realizando prácticas no laborales y, de este modo, poder hacer un seguimiento más pormenorizado de las mismas.



“Las prácticas curriculares, necesarias y que sirven para adquirir experiencia, pero que se están utilizando en realidad para complementar las labores de los trabajadores y trabajadoras de la empresa y no para formar al becario o becaria; y las prácticas extracurriculares, no vinculadas al plan de estudios y donde estamos notando el fraude de manera más generalizada”.

Unas prácticas “en las que las empresas lo que están haciendo es una labor de reclutamiento que supone una relación laboral encubierta entre los becarios y las empresas, que disfrutan de la productividad de los mismos, dejando a los becarios en una situación de indefensión absoluta, sin derechos ni garantías mínimas como el resto de los trabajadores y trabajadoras”.

Para el portavoz de RUGE, “es una auténtica vergüenza que las propias universidades estén justificando este tipo de prácticas, en lugar de denunciar el fraude que se esconde en ellas”.

Además, ha afirmado que “estamos observando la creación de una comunidad de empresas que ofrecen trabajos, pero antes te obligan a hacer un contrato de prácticas. De esta forma, hay empresas que tienen el 80% de la plantilla de becarios, que realizan un trabajo como el 20% restante de la plantilla, que es la que se beneficia de la productividad de los primeros”.

Los becarios deben tener los mismos derechos que los trabajadores

Por todo ello, Eduardo Magaldi ha exigido “que se laboralicen estas prácticas, que se les haga un contrato laboral y se incluyan a estos trabajadores y trabajadoras en la Seguridad Social para poder cotizar; que exista un registro fiable de los becarios en nuestro país, ya que oficialmente sabemos que hay registrados 40.000, pero existen muchos más; y que se cree un Gobierno lo antes posible para poder sentarnos a negociar el Estatuto de las Prácticas no Laborales, que regule estas prácticas y homogenice la dispersión de la normativa sobre becas que existe en la actualidad”.

Además, ha reclamado “retribuir las prácticas del becario, con un salario a determinar, cotización a la Seguridad Social y derecho al desempleo; la participación de las organizaciones sindicales en el desarrollo y seguimiento de la formación especializada para el becario; la inclusión de los becarios con los mismos derechos que los trabajadores de la empresa; recoger y regular en los convenios colectivos el concepto de becario; y una actuación sin demora de la Inspección de Trabajo, entre otras cuestiones”.

Desde RUGE – Revolución Ugetista entendemos que existe una necesidad de información sobre los derechos y obligaciones que conllevan las diferentes modalidades de prácticas tanto laborales como las no laborales. La guía que ha elaborado RUGE, pretende ser un documento de apoyo básico para aquellas personas que estén cursando o vayan a cursar un periodo de prácticas en alguna empresa.


Además, esta guía quiere poner en vuestra mano los problemas que detectamos en el desarrollo de las diferentes prácticas, con la intención de que podáis advertir esos problemas. Por último, nuestra intención siempre es la de mejorar y construir un mejor modelo de prácticas y perseguir el fraude, por lo que, si lo estás sufriendo, ponte en contacto con nosotros o con nuestros delegados y delegadas en la empresa en la que estés. Es la única manera de que el sistema de prácticas acabe siendo realmente funcional.

Desde el Departamento de Juventud de UGT Castilla-La Mancha se está en pleno proceso de difusión de la campaña "Guía sobre becas, contratos en prácticas y para la formación", campaña la cual procede desde la Organización Juvenil Confederal (RUGE), y la que viene avalada por el gran éxito que está teniendo en toda España.

El objetivo sería dar a conocer a los alumnos y a las alumnas los derechos laborales que les asisten en una primera toma en contacto con el mundo laboral, el cual suele venir acompañado en una primera fase inicial por un contrato en prácticas o un contrato para la formación. Para ello, desde el departamento, contamos con folletos informativos, los cuales pueden ser repartidos entre alumnos/as y, también, cabría la posibilidad de presentarla mediante un acto/charla para alumnado de Formación Profesional y últimos cursos de Secundaria y Bachillerato.

Para ponerse en contacto con RUGE la dirección es: Javier Flores Moreno (Portavoz Juventud UGT CLM, Cuesta Carlos 1, 1° izquierda (Toledo); en el teléfono 925 252 518; y en el correo electrónico jflores@clmancha.ugt.org






























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