NECESIDAD DE BONO ENERGÉTICO PARA PROTECCIÓN VULNERABILIDAD
UGT exige un bono energético para proteger a las personas más vulnerables ante las olas de frío y de calor
Muchas personas no pueden pagar el recibo de la luz
UGT considera que hay que controlar el precio de la energía frente a la ola de calor, no solo de frío, y asegurar una protección adecuada a las personas y familias más vulnerables. Muchos hogares en España, según la última encuesta de Condiciones de Vida, no han podido hacer frente a los gastos relacionados con su vivienda, recibos de gas, luz y, por tanto, no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada.
El sindicato exigirá al Gobierno el desarrollo de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, con recursos suficientes, regulando adecuadamente el bono social energético. Se trata de aglutinar el bono térmico y el eléctrico, que cubra las olas de frío y de calor, y que alcance a otras energías, además de la eléctrica.
Demanda políticas capaces de proteger a todos los consumidores frente al coste elevado y la subida continua de los precios de la energía. Asimismo, pide que se aplique un IVA reducido en este bien esencial.
La Agencia Estatal de Meteorología alerta de que, a partir del miércoles, 26 de junio y hasta el domingo 30, las temperaturas alcanzaran valores significativamente altos, de forma casi generalizada en la Península y en Baleares. Superándose los 35 grados centígrados en amplias zonas del interior, e incluso superando los 40 grados. Una primera ola de calor que inicia un verano que se aventura muy caluroso.
Ante esta situación, UGT quiere alertar primero de los riesgos que tiene este calor intenso en la salud de los trabajadores y, en segundo lugar, sobre la necesidad de facilitar la situación a aquellas personas que sufren pobreza energética.
La ola de calor incrementará el consumo de energía, un bien esencial que ya de por sí es caro para los consumidores, en general, e inaccesible para las personas y familias más vulnerables.
Los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2018, publicada el pasado jueves por el INE, confirma que, a pesar de que España suma ya cinco años de crecimiento económico consecutivos, la pobreza energética subsiste. De tal forma, que el 8,8% de las personas tuvo retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal, como los recibos de gas, o electricidad.
Una Estrategia Nacional contra la Pobreza
En este sentido, UGT exigirá al nuevo Gobierno que desarrolle una Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, regulando adecuadamente el bono social energético, en una figura que aglutine el bono térmico y el eléctrico, que cubra las olas de frío y de calor, y que alcance a otras energías, además de la eléctrica.
Una Estrategia que debe contar con una cantidad presupuestaria suficiente y apropiada para garantizar el acceso a la energía de las personas y familias más vulnerables y en riesgo de exclusión social y que sea capaz de proteger a todos los consumidores frente al coste elevado y la subida continua de los precios de la energía. Para que la energía sea asequible hay que modificar tanto las políticas de mercado y de precios, como la política fiscal, para aplicar un IVA reducido a este bien esencial. El objetivo es que en las facturas se refleje el coste real de producción.
El sindicato recuerda que el bono social térmico no ha ofrecido ninguna solución a las personas que han tenido problemas para pagar sus facturas. El fracaso de esta medida se constata con el hecho de que se están abonando ahora, en el mes de junio (ya casi en verano), la ayuda para financiar el gasto en calefacción y agua caliente de los meses de invierno, y que se abonará según el grado de vulnerabilidad y la zona climática una cantidad insuficiente, entre 25 y 123,94 euros.
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