DATOS EMPLEO JUNIO 2018


Baja el paro, pero empeora la calidad del empleo


Precariedad y desprotección de los parados, dos problemas a resolver Ya


Los datos de los Servicios Públicos de Empleo vuelven a mostrar hoy las debilidades de nuestro mercado de trabajo, caracterizado por un empleo precario, temporal y parcial.

Persiste además la desprotección por desempleo (4 de cada 10 personas en paro no reciben prestación) lo que potencia el riesgo de pobreza y exclusión social entre los hogares.

UGT exigirá al Gobierno que se comprometa a derogar las reformas laborales y mejorar la protección por desempleo. Cuestiones imprescindibles para la recuperación económica y social.

El desempleo ha bajado en 63.805 personas (-2,07% respecto al mes anterior), situando la cifra total de personas en paro en 3.015.686, el 59,6% de ellas mujeres, según los datos correspondientes al mes de junio publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo.

Los números del registro del paro y de afiliación a la Seguridad Social reflejan claramente un aumento de la actividad y del empleo en el sector servicios durante la temporada estival, así como de la construcción, por el inicio de la “operación asfalto”.

No obstante, detrás de estos resultados se esconden dos circunstancias enquistadas en el mercado de trabajo español:

  • En primer lugar, para UGT, hay que revertir la trayectoria del empeoramiento de la calidad en el empleo, marcada por más precariedad, derivada del abuso de la temporalidad y de la contratación a tiempo parcial involuntario (en junio, sólo 5 de cada 100 contratos registrados fueron indefinidos a tiempo completo).
  • En segundo lugar, la protección de las personas sin empleo se debilitó con el desmantelamiento del sistema de protección llevado a cabo por el Gobierno del PP. Y, a pesar de la recuperación de medidas como el subsidio de 52 años por parte del actual Gobierno, la tasa de cobertura sigue en el 60%. Un hecho que incrementa el riesgo de pobreza y de exclusión social entre los hogares (tal y como recogía el pasado día 27 la Encuesta de Condiciones de Vida del INE).
El próximo Gobierno que se configure deberá derogar las reformas laborales y abordar mediante el diálogo social una mejora de la protección por desempleo; ambas decisiones resultan imprescindibles para la recuperación económica y social y para que la rehabilitación de la demanda interna y de la economía en su conjunto sean sólidas y alcancen a todas las personas.

Principales datos 

Junio de 2019 registra 3.015.686 personas en los Servicios Públicos de Empleo (SEPE), según los datos conocidos hoy. Una cifra que implica un descenso en el mes de 63.805 personas (-2,07%) y, en términos interanuales del - 4,63%, donde se reflejan 146.476 personas registradas menos que en el mes de junio de 2018. En términos desestacionalizados el paro aumenta en 8.986 personas. 
  • El desempleo masculino se ha reducido un 2,62% mensual y un 5,97% interanual; mientras entre las mujeres lo ha hecho en menor medida (un 1,70% y un 3,71% respectivamente). Unas cifras que muestran la propensión del mercado laboral español a la hora de contratar, donde prevalece el empleo masculino. El 59,6% de las personas en desempleo son mujeres. 
  • Entre los menores de 25 años el desempleo desciende un 6,65% respecto a mayo, y desde junio de 2018 un 6,61 %. En este mes hay 224.289 jóvenes registrados. 
  • En el caso de los trabajadores extranjeros, el número de desempleados cae un 1,74%, hasta alcanzar la cifra de 366.805 personas, y en la variación anual se observa una reducción del 3,44%. 
  • Por sectores de actividad, el paro registrado se reduce en todos ellos en el último mes, excepto en la agricultura, donde aumenta un 4,09% mensual. En términos absolutos la caída más importante se produce en las actividades de servicios, con una bajada de personas desde mayo del 2,42%, seguido de la industria con un 2,17 %. El paro en el colectivo “sin empleo anterior” se reduce un 2,89% mensual. 
  • Desde junio de 2018, en la agricultura baja el paro un 3,87%, en la industria un 5,63%, en la construcción un 8,76%, en los servicios un 3,78% y en el colectivo sin empleo anterior un 6,62%. 
  • El número total de contratos registrados en el mes de junio se reduce respecto a mayo un 3,21% respecto a mayo. Si lo comparamos con los registrados en junio del año anterior, los contratos registrados se reducen un 2,27%. 
  • Se produce un descenso intermensual e interanual de la contratación temporal (un 3,0% y un 1,5% respectivamente), de forma que actualmente, de cada 100 contratos, 91 son temporales (exactamente, un 91,3 %). 
  • La contratación indefinida se reduce en mayor proporción, un 5,43% en el cómputo mensual y un 9,75% en el anual. 
    • La consecuencia es que el peso de los contratos indefinidos sobre el total pasa del 8,88% en mayo al 8,7% en junio. 
  • Respecto a mayo solo se incrementan los contratos temporales a tiempo parcial (un 3,56% más), mientras que se reducen los temporales a tiempo completo (un 6,47%). 
    • Los contratos indefinidos a tiempo completo y a tiempo parcial también se reducen, un 2,88% y un 6,89% respectivamente. 
  • El peso de los contratos a tiempo parcial sobre el total de contratos sube al 36,05%. Y sólo un 5,15% de los contratos que se firmaron en junio eran indefinidos a tiempo completo. 
  • La afiliación a la Seguridad Social se sitúa en 19.517.697 cotizantes, un 0,39% más que en mayo, debido sobre todo al aumento del empleo en la hostelería, comercio y en las actividades sanitarias y de servicios sociales, relacionado este último con las sustituciones por vacaciones. 
    • En un año se han afiliado (de media) 510.707 personas más (un 2,69 %). 
    • El dato desestacionalizado añade 32.732 cotizantes al sistema. 
  • El número de beneficiarios de prestaciones (1.745.593 personas en mayo de 2019) aumenta un 1,7% anual. La tasa de cobertura se sitúa en un 60,09%, 7,2 puntos más que un año antes.



UGT CLM aprecia la bajada del paro pero llama la atención sobre una posible ralentización


Los datos del paro son positivos respecto al mes anterior pero el ritmo de creación de empleo es menor en términos interanuales. En CLM hay menos contratos indefinidos que en junio de 2018 y el paro ha descendido menos en el sector industrial.

UGT CLM valora la bajada del paro según los datos publicados hoy por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) pero aprecia una posible ralentización del mercado laboral en términos interanuales además de unos niveles de contratación temporal muy elevados y mantenidos en el tiempo.

Respecto al mes anterior el paro descendió un 2.28% en Castilla-La Mancha, mientras que el año pasado la bajada en estas fechas fue del 3,43%; tendencia apreciable en la industria, un mes tradicionalmente bueno para este sector. El año pasado 949 personas salieron del paro en el sector industrial junio frente a las 619 de este año.

La contratación sigue siendo mayoritariamente estacional, ligada a la hostelería y a otros servicios de época estival, y temporal, con un 91,3% de contratos temporales. En este ámbito UGT CLM considera positivo que la contratación indefinida haya aumentado notablemente con respecto al mes anterior, pero es preocupante que a junio de 2019 la región registrara 538 contratos indefinidos menos.

El desempleo disminuye en jóvenes de más y menos de 25 años y en ambos géneros, pero las mujeres siguen siendo el 65% del total de personas paradas en CLM, cinco puntos por encima de la media nacional.

Por todo ello UGT pide revertir la tendencia al empeoramiento de la calidad en el empleo, marcada por más precariedad, derivada del abuso de la temporalidad y de la contratación a tiempo parcial involuntario; para lo que es condición sine qua non derogar las reformas laborales de 2010 y 2012.




El crecimiento económico apenas reduce los niveles de pobreza

Urge un Gobierno de progreso, que implemente un giro social

La encuesta de condiciones de vida de 2018 concluye que la tasa de riesgo de pobreza de la población apenas se ha reducido en el último año y ha aumentado para los mayores de 45 años.

Los datos reflejan la escasez de los salarios, prestaciones y pensiones puesto que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social el 16% de los ocupados, el 58,9% de los parados y el 15,1% de los jubilados.

Los desempleados que declaran llegar a fin de mes con dificultad o mucha dificultad ascienden al 51,3% y, en el caso de los ocupados, la cifra alcanza el 26,8%, es decir, más de uno de cada cuatro.

Es necesario que se conforme cuanto antes un Gobierno de progreso para poner en marcha un giro social que atienda las necesidades de la inmensa mayoría de la ciudadanía, que sigue inmersa en duras dificultades económicas.

A pesar de que España suma ya cinco años de crecimiento económico consecutivos, los niveles de pobreza, que se desbocaron durante los años de la gran recesión y la aplicación de políticas de ajuste extremo, apenas se reducen, y la calidad de vida de la mayoría de las personas no mejora como debería. Así se desprende de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2018 (con datos de renta del año anterior), publicada hoy por el INE. Aunque la mayoría de los indicadores reflejan ligeros avances, resultan claramente insuficientes en el contexto actual, con una población fuertemente empobrecida durante la crisis, que no posee capacidad financiera para avanzar en su nivel de bienestar.

Según los datos conocidos hoy, la renta por hogar mejoró en 2018 un 3,1%, hasta situarse en 28.417 euros. Sin embargo, todavía es un 5,4% inferior a la que tenían en 2009. La tasa de riesgo de pobreza de la población total apenas se ha reducido en el último año en una décima (del 21,6% al 21,5%). Incluso ha aumentado entre los mayores de 45 años.

El riesgo de pobreza y exclusión social (el llamado indicador o tasa AROPE ) se ha reducido medio punto (del 26,6% al 26.1%), pero es 1,4 puntos superior al existente en 2009, y 2,3 al de 2008. La mejoría en el pasado año de este indicador se debe al avance en dos de sus tres componentes: el riesgo de pobreza ya comentado y el número de hogares con baja intensidad en el empleo (del 12.8% al 10,7%). Sin embargo, empeora el número de hogares con carencias materiales severas, que aumenta del 5,1% al 5,4%.

El desglose de este indicador para la población de 16 y más años según su relación con la actividad ofrece también una perspectiva muy preocupante, que refleja la escasez de los salarios, las prestaciones y las pensiones en nuestro país, puesto que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social el 16% de los ocupados, el 58,9% de los parados y el 15,1% de los jubilados. El caso de las personas en situación de desempleo es especialmente dramático, y refleja tanto el hecho de la escasa cobertura de las prestaciones por desempleo (solo reciben alguna prestación el 52,6% de los parados estimados por la Encuesta de Población Activa) como la reducida cuantía de las mismas.

Es un porcentaje similar a los desempleados que declaran llegar a fin de mes con dificultad o mucha dificultad (51,3%). En el caso de los ocupados la cifra también es muy elevada: el 26,8%, es decir, más de uno de cada cuatro.
Este conjunto de indicadores refleja que la situación de bonanza económica que viven las empresas, que superaron hace años los efectos de la crisis de 2008 a 2013, y las personas con mayores rentas y patrimonios, no se está traduciendo en una mejora de la calidad de vida de la inmensa mayoría de los hogares, que componen la clase trabajadora de nuestro país. Las razones fundamentales son tres:
  • Primero, la elevada precariedad del empleo, que hace que trabajar ya no sea garantía de llegar a fin de mes o de no caer en situaciones de pobreza o exclusión social. 
    • La intensa devaluación salarial sufrida y la insuficiencia de horas trabajadas (por el aumento de los contratos a tiempo parcial y de la rotación de los contratos temporales) dibujan un panorama incompatible con el bienestar económico de buena parte de las personas con empleo.
  • Segundo, el desmantelamiento de la negociación colectiva con la reforma de 2012, que otorgó poderes desmesurados a las empresas y potenció el surgimiento de convenios colectivos diseñados exclusivamente para realizar dumping económico y social, tirando a la baja los salarios y las condiciones de trabajo.
  • Y tercero, los recortes en el sistema de protección social sufridos desde 2010, en todos sus ámbitos (pensiones, prestaciones por desempleo y prestaciones sociales), tanto por la reducción de su cobertura como por la merma de sus cuantías.

Por ello, para UGT es necesario que se forme cuanto antes un Gobierno de progreso que ponga en marcha un giro social de manera urgente, para atender las necesidades de la inmensa mayoría de la ciudadanía, que sigue inmersa en duras dificultades económicas. En este sentido, este nuevo Gobierno debe revertir las reformas y recortes acometidos desde 2010, y en especial la reforma laboral de 2012 y la de las pensiones de 2013, así como implementar una estrategia integral de lucha contra la pobreza y la exclusión social, y la puesta en marcha de una nueva política económica que se dirija hacia la creación de empleo de calidad y el fortalecimiento de nuestro raquítico estado de bienestar.



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