DECÁLOGO POR UNA EUROPA JUSTA Y SOLIDARIA



Decálogo de UGT por una Europa justa y solidaria

La Unión General de Trabajadores llama a la ciudadanía a votar y participar en las próximas elecciones europeas del 26 de mayo. Un voto que debe apoyar las opciones de progreso para aislar a las fuerzas fascistas, radicales, xenófobas o cualquier otra cuyo único interés sea el enriquecimiento de unos pocos y acabar con el progreso y la integración social, democrática, económica y política que mayor periodo de paz y prosperidad ha dado al continente europeo: la propia Unión.

Por todo ello, y en consonancia con la Confederación Europea de Sindicatos (CES), UGT ha elaborado un decálogo para una Europa más justa para los trabajadores y trabajadoras, centrado en:

1) La Europa de sus valores fundacionales

Frente al amenazante crecimiento de la extrema derecha, solo los valores fundacionales, la cooperación entre los pueblos del continente en un espacio de desarrollo que asegure la libertad, la igualdad, la solidaridad y la justicia social puede servirnos para regenerar un sentimiento europeo más necesario hoy que nunca como freno a la vuelta a los momentos más sombríos de nuestra historia común.

2) La Europa del Pilar Europeo de Derechos Sociales

Sin una Europa Social no hay futuro para la Unión Europea. El próximo mandato del Parlamento Europeo debe tener como eje el desarrollo de los derechos sociales (educación de calidad, aprendizaje continuo, prevención de riesgos laborales, adecuada protección social, conciliación y vivienda digna, servicios sociales de progreso).

3) La Europa de las oportunidades

Los colectivos más vulnerables en toda la UE (Las personas jóvenes, las paradas de larga duración y pensionistas) requieren de una estrategia que garantice no ya servicios de asistencia pasiva sino sus derechos sociales como el derecho al trabajo y su autonomía vital en sus múltiples aspectos (vivienda, educación, cultura, etc.).

4) La Europa de los migrantes

Una Europa envejecida necesita de migrantes que sean acogidos con respeto y justicia, protegiéndolos de la explotación de todo tipo, garantizando sus derechos humanos, valor esencial inmanente a la Unión Europea.

5) La Europa del desarrollo sostenible y la transición justa

La nueva economía digital, la transición energética son realidades que deben gestionarse desde la democracia, la participación de los interlocutores sociales en todos los ámbitos, acompañándose de una política industrial que cree empleo de calidad en los territorios con mayor problemática social. Las nuevas formas de empleo deben ser abordadas desde la perspectiva de los derechos sociales, asegurando la prevalencia de la laboralidad, protección social digna y la lucha contra el fraude de todo tipo.

6) La Europa de los empleos de calidad y los salarios al alza

No hay mejor medida contra la extrema derecha que la aplicación de reformas económicas progresivas y sostenibles, reformando el injusto y antisocial semestre europeo y complementándolo con herramientas sociales de igual valor normativo. Las políticas de creación de empleo de calidad (salarios mínimos dignos, fortalecimiento de la negociación colectiva, reducción de los desequilibrios salariales y la convergencia salarial al alza) son un instrumento imprescindible frente a la pobreza laboral en Europa.

7) La Europa del diálogo social

Sin diálogo social, negociación colectiva, ni participación de los trabajadores y trabajadoras no se corregirán los desequilibrios generados por políticas de austeridad que han resucitado ideologías que creíamos muertas.

8) La Europa de una fiscalidad más equitativa

Los sistemas fiscales deben ser más justos y progresivos en la UE para que la distribución de la riqueza sea equitativa y se financien de manera más eficaz los servicios públicos y la protección social. La UE debe liderar, la lucha contra la evasión, la elusión y el fraude y los paraísos fiscales en el mundo.

9) La Europa de la Igualdad

La igualdad de trato y oportunidades es uno de los valores fundamentales de la Unión Europea. La eliminación de la brecha salarial y la violencia de género deben ser objetivos básicos de este mandato. Es imprescindible, igualmente, un compromiso radical contra aquellos que promueven el odio por cualquier tipo de motivo (orientación sexual, raza, credo, ideología, etc.).

10) La Europa del progreso

La defensa y promoción de los Derechos Humanos, la Agenda 2030 y los ODS y del tripartismo, y la defensa acérrima de la legalidad internacional, la democracia, la participación, la libertad y la igualdad, y del Estado social y de derecho en el mundo, deben ser los ejes de acción de todas las políticas de la Unión. Europa como baluarte del progreso y de la justicia social global.

UNA EUROPA MÁS JUSTA PARA LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS

La Federación FeSP-UGT reitera a sus afiliados y afiliadas y al conjunto de la ciudadanía la necesidad de votar y animar a la participación en las próximas elecciones europeas del 26 de mayo. El voto masivo por opciones de progreso, apoyando a formaciones políticas que defienden nuestras demandas y reivindicaciones, son imprescindibles para y aislar a las fuerzas fascistas, radicales, xenófobas o cualquier otra cuyo único interés el enriquecimiento de unos pocos, acabando con el progreso social y volando el instrumento de integración social, democrática, económica y política que mayor periodo de paz y prosperidad ha dado al continente europeo: la propia Unión.

La FeSP-UGT apuesta por:
  • Sus valores fundacionales
  • El Pilar Europeo de Derechos Sociales
  • Las oportunidades para jóvenes, parados y pensionistas
  • Acogida con respeto de los migrantes
  • El Desarrollo Sostenible y una Sociedad Justa
  • Empleos de calidad y salarios al alza
  • Fortalecimiento del Diálogo Social, de la negociación colectiva y la participación de los trabajadores
  • Una Fiscalidad más equitativa
  • Una sociedad igualitaria: Eliminación de la brecha salarial y la violencia de género
  • Una Europa de progreso: Derechos Humanos, la Agenda 2030 y los ODS.

1.- Las elecciones europeas - 23-26 de mayo de 2019 - serán decisivas para los trabajadores y las trabajadoras. El nuevo Parlamento Europeo puede hacer de la UE un lugar mejor o socavar la cooperación europea construida a lo largo de muchos años. 

2.- La Confederación Europea de Sindicatos (CES) -con alrededor de 45 millones de trabajadores y trabajadoras en 90 sindicatos de 38 países- cree que es posible una Europa más justa para los trabajadores, basada en la democracia y la justicia social, empleos de calidad y salarios más altos, una transición socialmente justa y equitativa hacia una economía digital y una economía con bajas emisiones de carbono. Esta debería ser la base de un nuevo contrato social para Europa.

3.- Una negociación colectiva -negociaciones entre sindicatos y empresarios- más fuerte y generalizada, el diálogo social y la participación de los trabajadores en todos los países de la UE son esenciales para lograr una Europa más justa y más democracia.

4.- La CES hace un llamamiento a todos los miembros de los sindicatos y a todos los ciudadanos y ciudadanas para que voten en las elecciones europeas y para que voten por partidos y candidatos que apoyen nuestras reivindicaciones sindicales y creen un futuro mejor para las mujeres y los hombres, los jóvenes y las personas mayores en Europa.

LA CRISIS DEJÓ CICATRICES PROFUNDAS

5.- La crisis ha dejado profundas cicatrices en los trabajadores. Los salarios de muchas personas valen hoy menos que hace una década. Se han recortado los servicios públicos y se han reducido los derechos de las personas. La lenta recuperación económica y la disminución del desempleo aún no han beneficiado a muchos trabajadores

6.- Es comprensible que los trabajadores estén desilusionados. La creciente desigualdad, la falta de empleos seguros y bien remunerados, la globalización no regulada, la falta de un enfoque justo y coordinado de la UE en materia de migración y el cambio climático han creado incertidumbre y temor. La Unión Europea se enfrenta a una reacción contra la austeridad y la desregulación que empeoraron la crisis para los trabajadores, los pensionistas y los jóvenes. Esto ha alimentado el crecimiento de fuerzas nacionalistas, antieuropeas y de extrema derecha.

UNA EUROPA MÁS JUSTA PARA LOS TRABAJADORES

7. El cambio es posible. Europa puede ser una fuerza de progreso social. El nacionalismo no ofrece ninguna solución a los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día, ni al poder de monopolio ni a la evasión fiscal de las empresas multinacionales, los bajos salarios y la pobreza, el cambio climático, la contaminación o la lucha contra el terrorismo. Juntos, la UE y los Estados miembros tienen el poder de garantizar que todos recibamos una parte justa de la riqueza que ayudamos a crear. 

8. La CES ha estado presionando con fuerza a los líderes de la UE para que cambien sus políticas y ya vemos algunas mejoras. Tras una fuerte presión sindical, la UE creó un nuevo plan de inversiones, adoptó un “Pilar Europeo de Derechos Sociales”, presentó nuevas iniciativas legislativas para mejorar las condiciones de trabajo y realizó algunos avances en políticas económicas más sostenibles. Se trata de cambios importantes, aunque no suficientes, y la UE debe ir mucho más allá, hacia un nuevo “contrato social” que ofrezca a todos los ciudadanos una sociedad más justa y equitativa con oportunidades reales para todos.

DEMOCRACIA

9. Los extremistas ponen en peligro la democracia – dentro de la UE, en nuestras fronteras y más allá. La CES hace un llamamiento a la acción de la UE para defender la democracia y los principios democráticos, los derechos sindicales y los derechos de las mujeres, defender el Estado de Derecho, aplicar una tolerancia cero a la incitación al odio, mejorar la participación democrática y preservar el derecho de las personas, los sindicatos y la sociedad civil a hacer campañas en favor del interés público

10. La democracia debe ir más allá de la votación e incluir la participación real en las decisiones políticas, así como la participación democrática en la sociedad y en el lugar de trabajo. Los Gobiernos nacionales deben dejar de culpar a la UE de las malas decisiones que los Gobiernos han impuesto fuera del proceso de toma de decisiones democrático de la UE

11. Un diálogo social sólido y una negociación colectiva eficaz, especialmente a nivel sectorial, son herramientas esenciales de la democracia económica y social. Debe reforzarse el derecho de los trabajadores a ser informados, consultados y a participar en los cambios en el trabajo, incluso a través de los Comités de Empresa Europeos.

12. La UE debe incluir un Protocolo de Progreso Social en el Tratado de la UE, para que los derechos sociales prevalezcan sobre las libertades económicas

EMPLEOS DE CALIDAD Y SALARIOS MÁS ALTOS

13. Europa necesita nuevas políticas económicas para impulsar un crecimiento que beneficie a todos, no sólo a unos pocos. Deben aplicarse reformas económicas progresivas y sostenibles que hagan que la política económica del “Semestre” UE sea más justa y social, relanzando la inversión pública y privada y creando herramientas para proteger a los trabajadores y trabajadoras de la crisis y de los choques económicos. Las reformas del presupuesto de la UE, de la unión monetaria y de la formulación de la política económica deben garantizar que la justicia social vaya de la mano de la competitividad económica

14. Se necesitan sistemas fiscales más justos y progresivos para redistribuir la riqueza, financiar los servicios públicos y la protección social, y abordar los problemas sociales causados por la globalización, la descarbonización y la digitalización. Unos sistemas fiscales eficientes deben evitar la evasión y el fraude fiscales y gravar a las empresas de manera adecuada e igualitaria.

15. Todos los trabajadores y trabajadoras de Europa merecen un aumento salarial, para abordar las diferencias salariales e impulsar el crecimiento sostenible y la competitividad. Necesitamos una mejor distribución de la riqueza y una convergencia salarial al alza para la justicia social y para hacer frente a la creciente desigualdad. Es inaceptable que los beneficios y la productividad no se redistribuyan a los trabajadores que los han generado, especialmente en los países con salarios bajos afectados por una fuga masiva de cerebros que genera desilusión sobre la Unión Europea. Un trabajo de igual valor debería remunerarse de la misma manera en toda Europa, en todos los sectores y para mujeres y hombres

16. La solución -para elevar los salarios y lograr mejores niveles de vida y de trabajo para todos- es la negociación colectiva: negociaciones entre empleadores y sindicatos para lograr salarios y condiciones de trabajo justos, especialmente a nivel sectorial en todos y cada uno de los sectores y países. Esto requiere que la legislación de la UE y nacional refuerce la capacidad y la fuerza de los interlocutores sociales, permita negociar y poner en práctica los convenios colectivos y amplíe su cobertura entre los trabajadores.

TRANSICIONES JUSTAS

17. Las transiciones paralelas hacia una economía digital y una economía con bajas emisiones de carbono deben gestionarse de manera que nadie se quede atrás. Necesitamos una nueva política industrial de la UE para crear nuevos puestos de trabajo y oportunidades, y para garantizar que la competencia de la UE y el derecho de sociedades no prevalezcan sobre los derechos de los trabajadores, sociales y sindicales. Una mayor democracia en el trabajo también ayudaría a lograr un cambio que sea socialmente justo.

18. Esto significa anticipar el cambio y ayudar a los trabajadores afectados por las alteraciones del trabajo y la transformación generada por la descarbonización, la digitalización, la automatización y la globalización. Los trabajadores deben poder opinar sobre el modo en que están cambiando los puestos de trabajo y obtener un fuerte apoyo cuando los empleos se ven amenazados, a través de la inversión pública y privada, el diálogo social y la negociación colectiva y las políticas de formación adecuadas. 

19. Esto significa garantizar que todos los trabajadores atípicos y precarios, tanto en las plataformas y en la economía sumergida como en los sectores más tradicionales, incluidos los trabajadores autónomos, puedan recibir una remuneración decente, tener acceso en igualdad de condiciones a una protección social adecuada y gozar de los mismos derechos que los demás trabajadores, incluido el de afiliarse a un sindicato y negociar colectivamente.

JUSTICIA SOCIAL

20. La UE debe reconstruir su modelo social, aplicando plenamente el “Pilar Europeo de Derechos Sociales” a nivel europeo y nacional. Esto debe incluir el derecho a una educación de calidad y al aprendizaje a lo largo de toda la vida, a la salud y la seguridad en el trabajo, a unas condiciones de trabajo justas, a salarios justos, a un empleo seguro, a la igualdad de género, al equilibrio entre el trabajo y la vida privada y a unos servicios públicos de buena calidad. Debe garantizarse el acceso a sistemas adecuados de protección social, pensiones justas, vivienda y servicios sociales para todos, en igualdad de condiciones en términos de cotizaciones y prestaciones. Todo esto debe hacerse a través de la participación de los trabajadores y sus sindicatos a todos los niveles. 

21. La migración debe gestionarse de manera que se protejan los derechos humanos, todas las personas reciban el mismo trato en el trabajo y en la sociedad, y se ponga fin a la explotación. Tenemos que trabajar juntos en toda Europa por la integración y la inclusión de los migrantes, en beneficio de todos. Debe garantizarse una movilidad justa a todos los trabajadores de la UE y de terceros países, y la lucha contra el dumping social debe ser una prioridad. 

22. Las políticas comerciales y de globalización de la UE deben ser más justas y dar más importancia a los derechos sociales, y no sólo servir a los intereses de las empresas multinacionales. La UE debe contribuir a la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas -incluidos la no pobreza, el trabajo decente, la reducción de las desigualdades y la igualdad de género- tanto en Europa como en el resto del mundo, y éstos deben dar forma a todas las políticas de la UE, tanto “nacionales” como internacionales.

23. La UE debería trabajar para reforzar el compromiso global con la cooperación internacional, incluida la defensa de la democracia en Naciones Unidas y la OIT, y para hacer que otros organismos internacionales sean más democráticos y promover la justicia social.

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