INFORME BRECHA SALARIAL


Trabajar diez años más que los hombres para ganar lo mismo


Cristina Antoñanzas presenta el informe de UGT “Reducir la brecha salarial, la prioridad”, con motivo del 22 de febrero, Día por la Igualdad Salarial

La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha afirmado que “es imprescindible que el Gobierno legisle para reducir la brecha salarial en nuestro país. Es inaceptable que las mujeres suframos discriminación a la hora de acceder a un puesto de trabajo, a la hora de cobrar nuestro salario y a la hora de promocionar en una empresa. Una discriminación que llega hasta casi el 23% del salario y a que lleva a que las mujeres cobremos al año casi 6.000 euros menos que los hombres”.

Cristina Antoñanzas ha realizado estas declaraciones durante la presentación del informe de UGT “Reducir la brecha salarial, la prioridad”, con motivo de la celebración, el próximo 22 de febrero, del Día por la Igualdad Salarial. Un informe, con datos consolidados hasta 2016, “que llevamos presentando desde una década y que analiza la brecha salarial, una de las más importantes, junto con la estabilidad en el empleo, porque refleja los recursos económicos que tendrá la mujer a lo largo de su vida y que marcarán aspectos tan importantes de su presente y su futuro como su independencia, su pensión, etc.”.

En el informe destaca “cómo los empresarios se ahorran, como mínimo 42.155 millones de euros anuales por pagar menos a las mujeres, que tenemos que trabajar diez años más que los hombres para alcanzar las mismas retribuciones”.

“Esta brecha”, ha considerado, “sume a las mujeres en la pobreza. De hecho, dos de cada diez asalariadas son pobres, y más de la mitad de las mujeres con empleo son, en el mejor de los casos, mileuristas”.

Ni la cualificación, ni mejores empleos ni la edad mitigan la brecha

La Vicesecretaria General de UGT ha manifestado que “ni la cualificación, ni el tipo de empleo, ni la edad nos libra de la brecha”. En este sentido, ha afirmado que “si las mujeres son técnicos, perciben entre un 15% y un 20% menos; y si no hay cualificación, perciben un tercio menos que los hombres”.

El tipo de empleo tampoco es una garantía de mejores salarios. “La brecha salarial es superior a la media en los contratos indefinidos, y tres de cada cuatro jornadas a tiempo parcial son desempeñadas por mujeres”, ha señalado Antoñanzas.

Además, a más edad, más brecha. “Las mujeres de más edad tienen una brecha más alta, del 50,36%. Las que retrasan su jubilación más allá de los 65 años perciben la mitad que los hombres”.

Por sectores y CCAA

Cristina Antoñanzas ha considerado que hay varios sectores en los que se supera el 30% de diferencia salarial entre hombres y mujeres, “como en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares (32,61%), en Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas (32,23%) y en Otros Servicios (31,36%). En el sector de la Hostelería, mayoritariamente feminizado, es donde se dan los salarios más bajos y las mujeres perciben casi 3.300 euros menos que los hombres al año.

Además, por Comunidades Autónomas, ha señalado que “Asturias, Navarra y Cantabria tienen las brechas más altas; y Canarias y Baleares las más bajas. Las mujeres de Extremadura perciben los salarios más bajos de España (17.300 euros) y las de Madrid y País Vasco los más altos (23.400 euros más o menos)”.

Una Ley de Igualdad más efectiva y una Inspección de Trabajo cualificada

Por todo ello, la Vicesecretaria General de UGT ha reclamado la necesidad de legislar con el fin de reducir esta brecha salarial y no dejar en manos de la negociación colectiva esta tarea. “La acción sindical que estamos realizando para reducir la brecha, a través de la negociación colectiva y los planes de igualdad, está dando sus frutos. Ha descendido en 13 de las 18 grandes Secciones de Actividad. Pero es necesario una ley que obligue a un mayor compromiso por parte de los empresarios en esta materia. No pueden lavarse las manos porque es su responsabilidad”.

En este sentido, ha exigido “una Ley de Igualdad consensuada con los agentes sociales, ya que la legislación actual es insuficiente para eliminar la brecha y falta un marco normativo exhaustivo que elimine la desigualdad salarial que soportan las mujeres; una ley de transparencia salarial, con el fin de que conocer la brecha que existe en las empresas; y una Inspección de Trabajo más cualificada, con más recursos, para detectar las múltiples vías a través de las cuales se discrimina a las mujeres en el empleo”.

CONTENIDO INFORME PARCIAL

1. Evolución de la ganancia media anual desagregada por sexo. 

La brecha salarial se sitúa en el 22,35%. Se reduce a los niveles de 2010, pero sigue siendo muy elevada La remuneración bruta anual de las trabajadoras españolas fue un 22,35% inferior a la de los hombres en 2016. La brecha más alta, el 23,99%, se produjo en los salarios de 2013, una brecha que no había dejado de crecer durante cinco años, desde el año 2008. Llevamos tres años consecutivos en los que la brecha salarial desciende. Teniendo en cuenta que no se ha adoptado ninguna medida nueva en materia de igualdad en las retribuciones, las explicaciones hay que buscarlas en las modificaciones en otros aspectos del empleo.




Uno de las consecuencias de “la crisis”, o del nuevo modelo económico, fue la destrucción de empleo, que afectó de manera desigual a hombres y mujeres. En el caso de los hombres, la destrucción de empleo se notó de manera inmediata. En el caso de las mujeres la pérdida de empleos fue más lenta. Sin embargo, la lenta recuperación ha ido corrigiendo la brecha entre sexos de la población asalariada.



Por otro lado, en 2016 descendieron los salarios medios de los hombres y subieron los salarios medios de las mujeres. Y la inclusión de cláusulas en los Convenios Colectivos y medidas en los Planes de Igualdad, para eliminar y reducir la brecha salarial, para UGT contribuirán a la reducción de la brecha salarial. 

2. Resumen de las brechas salariales 

Las brechas salariales varían en función del factor analizado, siendo la más alta para quienes tienen un contrato indefinido, de un 23,78% Es muy común justificar que la brecha salarial se produce porque las jornadas laborales de las mujeres son más cortas, debido sobre todo al trabajo a tiempo parcial y a las reducciones de jornada. 

Sin embargo, si analizamos de manera aislada la brecha salarial por la modalidad de jornada, la brecha se reduce bastante en comparación a la brecha de la ganancia media anual. La brecha de la ganancia media anual es la media de todas las brechas salariales, por modalidad de contrato, de jornada, por sector de Actividad, por Ocupación, por edad, no solo de la modalidad de jornada. 

Si la jornada a tiempo completo presenta una brecha salarial del 12,51%, la jornada a tiempo parcial se reduce hasta el 6,65%. La discriminación se encuentra en la adjudicación a las mujeres de la mayor parte de las jornadas a tiempo parcial.



Mientras en la contratación indefinida, donde va siendo más equilibrada la presencia de mujeres y hombres, la brecha asciende hasta el 23,78%, en la contratación temporal la brecha salarial desciende hasta el 11,98%. Estas brechas salariales evidencian que una parte importante de las mismas residen en la segregación ocupacional y sectorial, que condenan a las mujeres a ocupar los sectores de actividad con menor reconocimiento económico y en las categorías más bajas. 



3. Distribución salarial en relación al Salario Mínimo Interprofesional, desagregada por sexo 

Dos de cada diez mujeres con empleo, y uno de cada diez hombres, son pobres.

Las cifras de personas pobres con empleo en nuestro país ascienden a 1.644.710 mujeres y 915.150 hombres, según los últimos datos publicados en la Encuesta Anual de Estructura Salarial (EAES), con datos referidos a 2016. 

Una encuesta que analiza los indicadores de desigualdad, que recogen la proporción de asalariados cuya ganancia por hora está por debajo de los 2/3 de la ganancia mediana. La ganancia mediana es el valor de la ganancia que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior. 

En España, el porcentaje de personas con empleo asalariado que están por debajo del índice de pobreza asciende al 16,81%, de los cuales, el 64,25% son mujeres, 1.644.710, y el 35,75% son hombres, 915.150. Las mujeres con empleo duplican al número de hombres como perceptoras de salarios que no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La subida del SMI a 900 euros mensuales, que ha entrado en vigor este año, mejorará sin duda a la población más desfavorecida en el empleo asalariado, las mujeres.



El SMI en 2016 se situó en 9.172,80 euros anuales brutos. El mayor porcentaje de mujeres asalariadas, el 37,7%, se concentra en el tramo salarial que va desde una a dos veces el SMI. De los poco más de siete millones de mujeres que estaban asalariadas en 2016, 4.037.952 (el 55,49% de las mujeres con un empleo) percibían cantidades inferiores a 1.310,40 euros brutos mensuales, frente a 2.924.488 hombres que perciben salarios en la misma franja, el 36,78% de los asalariados, veinte puntos menos que las mujeres. Más de la mitad de las mujeres con empleo, en el mejor de los casos, son mileuristas. 


La presencia de las mujeres es muy elevada en los tramos salariales más bajos y descienden como perceptoras en la medida que los tramos salariales son más cuantiosos. Solo un 10,41% de mujeres perciben salarios por encima de los 36.691,20 euros anuales, frente al 18,63% de hombres. Salarios mensuales qué, en 2016, se situaron en 2.620,80 euros brutos mensuales. Una de cada diez mujeres y dos de cada diez hombres acceden a los salarios más elevados. Se invierte así la proporción en relación a los salarios más bajos.



Un millón de mujeres, que están empleadas en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, en Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas y en Otros Servicios, perciben de media dos tercios de los salarios de los hombres de los mismos sectores de Actividad.

Las brechas salariales más altas, que superan el 30%, se producen en las “Actividades administrativas y servicios auxiliares”, un sector feminizado; en “Otros Servicios”, un sector con elevada presencia de mujeres; y en “Actividades profesionales, científicas y técnicas”, actividades en que la presencia de hombres y mujeres es equilibrada. Este dato pone de manifiesto que tanto en los sectores feminizados como en aquellos que la presencia de hombres y mujeres es equiparable, se producen elevadas brechas salariales.


Solo se presenta una brecha negativa en detrimento de los hombres y a favor de las mujeres en las “Industrias Extractivas”, donde la brecha salarial a favor de las mujeres es del 9,9%. Este sector representa un 0,16% del total de la población ocupada y las mujeres son un 10% de los 30.500 puestos de trabajo que genera este sector. Por tanto, no cambia la situación de diferencias salariales que soportan las mujeres el hecho de que en un sector las mujeres tengan salarios superiores a los de los hombres. 



La Negociación Colectiva y los Planes de Igualdad en las empresas consiguen que comiencen a disminuir las brechas salariales. Descienden en trece de las dieciocho grandes Secciones de Actividad y aumenta en cinco de ellas Cinco grandes Secciones de Actividad, en las que la CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas, resultante de un proceso internacional de revisión y agrupación las actividades económicas con fines estadísticos), organiza las actividades económicas de nuestro país, presentan aumentos de brecha salarial, a pesar que la media para todas las actividades económicas ha descendido medio punto respecto del año pasado, pasando del 22,86% del año 2015 al 22,35% en 2016.



La Hostelería es el sector económico más preocupante en cuanto a brecha salarial se refiere, por varios motivos. En la Hostelería trabajan el 8,38% de la población asalariada de nuestro país, 8 de cada cien personas con empleo, de los cuales el 54,32% son mujeres. Con los salarios más bajos, las trabajadoras de la Hostelería perciben de media 12.608,92 euros anuales. 

Sus salarios subieron de media en 2016 un total de 45,84 euros anuales, 3,82 euros mensuales; mientras que los bajos salarios de los hombres, 15.907,90 euros anuales, se han incrementado en 156,63 euros anuales, 13 euros mensuales, cuatro veces más que en el caso de las mujeres. Eso ha traído consigo que la brecha haya pasado del 20,24% en 2015 al 20,74% en 2016. 

Es necesario que un sector como la Hostelería, que representa el 8% del Producto Interior Bruto de España, haga una apuesta decidida de reinvertir las ganancias en salarios acordes al valor del trabajo que desempeñan las trabajadoras y trabajadores de nuestro país. 

Esa inversión en recursos humanos debe partir desde la corrección de la brecha salarial que soportan las mujeres y que son más de la mitad de las personas empleadas en estos sectores. Y debe estar dirigida a todos los subsectores de la Hostelería y en especial a las categorías con salarios más bajos y menor reconocimiento social. 

El grupo de las Actividades profesionales, científicas y técnicas, es por sectores de Actividad la tercera brecha salarial más alta entre mujeres y hombres. Ha pasado de ser la cuarta brecha más elevada a ser la tercera. No se ha reducido en relación al año anterior, el 30,41%, al contrario, ha aumentado hasta el 31,36%. 

El 4% del empleo asalariado es desarrollado por personas a las que se les exige una alta cualificación académica, sin embargo, el reconocimiento económico dista mucho de las cualificaciones académicas exigidas para el desempeño de estos trabajos. El 55,28% de quienes están agrupados en estos sectores de actividad son mujeres, que perciben de media 10.000 euros anuales menos que sus compañeros varones. 

Las medias salariales anuales se sitúan en 32.000 euros para ellos y 22.000 euros para ellas. Lejos de acortar esa importante diferencia, en el año 2016, respecto de 2015, las mujeres vieron reducidos sus salarios en 37,65 euros anuales, mientras que los salarios de sus compañeros varones aumentaban en 380,93 euros. Un total de 418,58 euros a favor de los hombres, es lo que explica una brecha salarial del 31,36%

Un total de 9,26% de la población asalariada trabaja en Actividades sanitarias y de servicios sociales. De ese millón y medio de empleos, el 78,40% son desempeñados por las mujeres. Son las trabajadoras de los hospitales, las de las residencias para personas mayores, las que atienden a las personas con discapacidad física o intelectual. 

Ellas son, porque son mayoría, las que cuidan a las personas con enfermedades mentales, a quienes tienen problemas con las drogas, o a los niños y niñas. Esas trabajadoras que se encargan de los cuidados de todas las personas, independientemente de la edad, han visto que la brecha salarial que las separa de sus compañeros varones ha aumentado. 

Si en el año 2015 la brecha era del 27,23%, en el año 2016 alcanzó el 29,85%. No solo no se corrige la brecha salarial para ellas, si no que de media han visto descender sus salarios en 234,36 euros, mientras que de media sus compañeros varones han visto aumentar los suyos en 892,21 euros anuales. Una brecha salarial que ha pasado de una diferencia de casi 9.000 euros a 10.000 euros al año que de media dejan de percibir las mujeres, aquellas que se encargan de la salud y las atenciones de nuestras familias. 

El 8,3% del empleo asalariado en España se concentra en la Administración Pública y defensa; Seguridad Social obligatoria, donde el 41,24% son mujeres. El único sector de Actividad de los cinco grandes sectores en los que ha aumentado la brecha salarial, en el que la proporción de hombres es superior a la de las mujeres (un 58,76% son hombres). 

Si bien la brecha salarial no era excesivamente elevada, ha pasado del 8,46% al 10,31%. Dos puntos porcentuales de aumento y una cuantía de 3.164,93 euros. En las Actividades financieras y de seguros trabajan el 2,76% de las personas asalariadas, de las cuales el 53% son mujeres. Estas trabajadoras han visto cómo las diferencias de salarios con sus compañeros varones han aumentado. 

Si de media sus salarios subieron en 2016 un total de 483,76 euros anuales, sus compañeros percibieron unas subidas medias de 1.723,96 euros. La diferencia anual que separaba a hombres y mujeres en el año 2015 era de 11.077,88 euros anuales y ha aumentado hasta 12.318,08 euros en 2016, una cuantía equivalente al salario anual de una trabajadora de la Hostelería. 

De los trece sectores de Actividad en los que desciende la brecha salarial, en diez de ellos descienden los salarios medios de los hombres, en dos de ellos también descienden los salarios de las mujeres y, en uno de ellos, en el que la brecha salarial se producía en detrimento de los hombres, han descendido los salarios medios de las mujeres. 

En cualquier caso, las brechas salariales en euros oscilan en una horquilla que va de los casi 2.000 euros anuales a cerca de los 9.000 euros de diferencia, que dejan de percibir las trabajadoras cada año por no estar reconocido económicamente las tareas que desempeñan. 

En las Actividades administrativas y servicios auxiliares se acumula el 5,60% del empleo, que se reparte en el 55% de mujeres y el 45% de hombres. Actividades de alta presencia de mujeres que soportan una diferencia salarial muy elevada, a pesar que en el último año se redujo algo más de un punto. 

La reducción de la brecha en euros se ha repartido de manera desigual. Mientras que las mujeres han visto aumentado ligeramente su salario, el de los hombres se ha reducido. Sin embargo, permanece una diferencia de 6.440,08 euros anuales, que supone que las mujeres perciben un 32,61% menos que los hombres.


11.Conclusiones 
  • La legislación actual, tanto a nivel europeo como nacional, es insuficiente para eliminar la brecha salarial entre mujeres y hombres y así lo ha señalado en reiteradas ocasiones el Parlamento Europeo. Por tanto, UGT denuncia la falta de un marco normativo exhaustivo que realmente elimine esta penalización económica que soportan las mujeres y exige la aprobación de una Ley de Igualdad consensuada con los agentes sociales.
  • La brecha salarial en España se sitúo, en 2016, en el 22,35%, medio punto inferior respecto a 2015. 
    • Las trabajadoras cobraron de media en España, en el año referido, 20.131,41 euros anuales, 5.793,02 euros menos que los varones, que percibieron de media 25.924,43 euros. 
  • Para alcanzar un promedio salarial equivalente a lo largo de una vida laboral de 35 años con los salarios medios actuales de los hombres, y suponiendo que la brecha salarial se estancara, las mujeres tendrían que trabajar diez años más que los hombres para alcanzar las mismas retribuciones, si su trabajo fuera reconocido en la misma medida. 
  • La cifra de mujeres pobres con empleo asciende a 1.644.710, dos de cada diez asalariadas. Y más de la mitad de las mujeres con empleo son, en el mejor de los casos, mileuristas, un total de 4.037.952 trabajadoras de los poco más de siete millones de trabajadoras asalariadas. 
  • Varios sectores de actividad superan el treinta por ciento de diferencia salarial entre mujeres y hombres. 
    • En Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares (32,61%), 
    • en Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas (32,23%) 
    • y en Otros Servicios (31,36%). 
    • Un millón de mujeres que están empleadas en estos sectores perciben de media dos tercios de los salarios de los hombres de los mismos sectores de actividad.
  • La Negociación Colectiva y los Planes de Igualdad en las empresas consiguen que comiencen a bajar las brechas salariales. Las brechas salariales descienden en trece de las dieciocho grandes Secciones de Actividad y aumenta en cinco de ellas. 
  • El 8,38% de la población asalariada de nuestro país trabaja en la Hostelería, 8 de cada cien personas con empleo, de las cuales el 54,32% son mujeres. Con los salarios más bajos, las trabajadoras de la Hostelería perciben de media 12.608,92 euros anuales. 
    • Una diferencia de 3.298,98 euros anuales menos que sus compañeros, realizando trabajos del mismo valor. Este sector necesita una revisión salarial y una corrección de la brecha salarial de manera inminente. 
  • Un total de 9,26% de la población asalariada trabaja en Actividades sanitarias y de servicios sociales. 
    • De ese millón y medio de empleos, el 78,40% son desempeñados por las mujeres. 
    • Esas trabajadoras que se encargan de los cuidados de todas las personas, independientemente de la edad, han visto que la brecha salarial que las separa de sus compañeros varones ha aumentado. 
    • Si en el año 2015 la brecha era del 27,23%, en el año 2016 alcanzó el 29,85%. 
    • No solo no se corrige la brecha salarial para ellas, si no que han pasado de percibir 8.941,41 euros al año menos que sus compañeros, a percibir 10.024,32 euros menos. 
  • Para las mujeres, tener una carrera universitaria no evita estar menos reconocidas que los hombres universitarios. 
    • Las Actividades profesionales, científicas y técnicas son, por sectores de Actividad, la tercera brecha salarial entre mujeres y hombres más alta. 
    • Ha pasado de ser la cuarta brecha más elevada a ser la tercera. 
    • No se ha reducido en relación al año anterior, al contrario, ha aumentado del 30,41% hasta el 31,36%. 
    • El 4% del empleo asalariado es desarrollado por personas a las que se les exige una alta cualificación académica, sin embargo, el reconocimiento económico dista mucho de las cualificaciones académicas exigidas para el desempeño de estos trabajos. 
  • Al analizar las brechas salariales por ocupaciones, las brechas se reducen con mayor dificultad. Casi un millón y medio de mujeres sin cualificación perciben un tercio menos que los hombres con el mismo nivel estudios. Cuando ambos son técnicos con cualificación, los 2.294.300 de mujeres perciben entre un 15% y 20% menos. 
  • En ocho de las quince ocupaciones analizadas se reduce la brecha, y en siete ocupaciones aumentó la brecha salarial en 2016 respecto de 2015. Ha sido muy llamativo el descenso de las brechas salariales de los Trabajadores de los servicios de protección y seguridad, que ha descendido diez puntos, y de las Trabajadores de los servicios de restauración y comercio, que ha descendido 3,5 puntos. Estás trabajadoras han sido de las más beneficiadas con la inclusión de cláusulas, en los Convenios Colectivos y en los Planes de Igualdad, para reducir la discriminación salarial. 
  • Prevalece el reparto desigual de las modalidades de jornada. 
    • Tres de cada cuatro jornadas a tiempo parcial son desempeñadas por mujeres, con salarios medios brutos anuales de 10.000 euros, que perciben de media 713,80 euros menos que sus compañeros varones. 
    • Tener una jornada a tiempo completo no evita tampoco ser una trabajadora pobre. 
    • El 72,81% de las personas que desempeñan una jornada a tiempo completo y cobran como máximo 655,20 euros brutos mensuales, son mujeres.
  • Las mujeres que acceden a un contrato indefinido se ven penalizadas con una brecha salarial del 23,78%, un punto y medio por encima de la brecha media, que se sitúa 22,35%. 
  • La brecha salarial se eleva al 50,36% para las mujeres más mayores, de 65 y más años, que deben permanecer en su puesto de trabajo para alcanzar una jubilación contributiva. 
    • Las mujeres que retrasan su edad de jubilación, más allá de la edad legal exigida que en 2016, aún era de 65 años y tres meses, perciben la mitad de las retribuciones salariales que los trabajadores hombres. 
  • Por Comunidad Autónoma, Asturias, Navarra y Cantabria son las tres Comunidades Autónomas con las brechas salariales más altas. Canarias y Baleares las más bajas. 
    • Las mujeres trabajadoras en Extremadura reciben los salarios más bajos de España y soportan una brecha salarial del 19,46%. 
    • Las mujeres con salarios más elevados se concentran en Madrid y País Vasco y la diferencia es imperceptible entre las trabajadoras de ambas Comunidades. 
    • Los hombres con los salarios más altos viven en estas mismas Comunidades, pero en el País Vasco reciben, de media anual, dos mil euros más que en Madrid. 
  • UGT asume la enorme responsabilidad de introducir en las mesas de negociación colectiva cláusulas que eliminen o reduzcan las brechas salariales. 
    • Pero este recorrido se allanaría con una ley de igualdad salarial, que además de avanzar en los conceptos, incluya la obligatoriedad de introducir la igualdad salarial en todos los Convenios Colectivos y Planes de Igualdad. 
    • Una ley que cuente con presupuesto económico suficiente, para que quienes negocian tengan una alta capacitación en el análisis de los trabajos de igual valor. 
    • Pero también es necesaria una Inspección de Trabajo cualificada para detectar las múltiples vías a través de las cuales se discrimina a las mujeres en el empleo y se las penaliza con salarios inferiores a los de sus compañeros.

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